mardi 9 novembre 2010

21. Programa de agricultura urbana (Rosario, Argentina)

Este documento trata de un programa que se ubicó en Rosario, en Argentina. Ese programa tenía por objetivo remediar el problema de la seguridad alimentaria de las comunidades pobres que viven allí, pero también de procurar un trabajo generador de valor, que sea colectivo para reforzar la cohesión de la comunidad, incluyendo especialmente a las mujeres. La solución se encontró en la reutilización de terrenos vacios a fin de crear una verdadera agricultura urbana.

Muy lejos de estas realidades de sobrevivencia, en Europa occidental se multiplican los cultivos en aéreas urbanas. A veces sí ayudan verdaderamente al consumo individual de la gente, pero mayoritariamente está visto más bien como una distracción, sobre todo en las clases medias-altas muy preocupadas por el futuro ambiental de la planeta.

Así, en mi pequeña ciudad de Louvain-la-Neuve en Bélgica, existe en el barrio de la Baraque (la “barraca”) una huerta colectiva desde la creación de la ciudad. De hecho, después de los movimientos nacionalistas de 1968 en Leuven, la antigua ciudad universitaria belga, los francófonos fueron  rechazados de la universidad y de la ciudad. Así, crearon una nueva ciudad en el medio de campos durante los años 1970. Alrededor de la ciudad, vivían algunos habitantes que se negaron a que se les destruyeran sus casas para construir nuevas como en el resto de la ciudad. Así, se constituyeron alrededor de esos pocos habitantes un grupo compuesto, en gran parte, de estudiantes deseosos de construir un hábitat alternativo. Los objetivos iníciales que guiaron el desarrollo de este barrio eran: la autoconstrucción, los gastos reducidos de funcionamiento y la gestión colectiva (pertenecían completamente al espíritu de los años 1970).  A continuación de eso, se construyeron  las primeras viviendas (cabañas, caravanas, etc. en materiales de recuperación). Es a partir de esas que se inventó el nombre de “Barraca” para este barrio. Se beneficiaron de un estatuto especial de urbanización llamado “zona de hábitat experimental”.
 
Siguiendo con este espíritu de alternativo, desde el principio los habitantes del barrio practican una ganadería de proximidad (con ovejas, cabras, pollos, etc.) y crearon una huerta colectiva en el cual se cultivan verduras, frutas y flores. Ahora, muchos de los habitantes de Louvain-la-Neuve aprovechan de esa huerta para satisfacer sus deseos hippies.

Anexo: Para ahondar en el tema, aquí está un link de una video (en francés, ¡con el acento belga por supuesto!) sobre la construcción del barrio de la Baraque:

20. Community Peace Programme (Cape Town, South Africa)

Este documento trata de un programa que se instauró en la Ciudad Del Cabo en Sudáfrica. El objetivo de este programa es la resolución pacífica de los conflictos a nivel local a través de una colaboración entre los habitantes y las administraciones locales. Propone a los habitantes trabajar de manera remunerada para la pacificación de sus comunidades en un ambiente de respeto mutuo con las autoridades locales.

Ese tipo de programa existe también en Bélgica a través de los mediadores de barrios. De hecho, las ciudades belgas conocieron muchos cambios en el nivel de su cohesión hace algunos decenios. Los barrios conocen conflictos crecientes que intensifican el sentimiento de inseguridad, que refuerza los conflictos, y así disgregan el sentimiento de comunidad  y la cohesión de esos barrios.  La idea es muy sencilla: aumentando la comunicación entre los habitantes de esos lugares,  muchos conflictos podrían ser evitados.
Por eso, en 1995 se instauró el Foro belga para la prevención y la seguridad urbana. Representa un conjunto de ciudades belgas que decidieron unirse para crear un espacio de encuentro, de discusión, de intercambios de análisis y técnicas para instaurar iniciativas de prevención a nivel de los municipios. Son ellos los que sirvieron de relevo a una iniciativa del Ministerio del Interior tomada a continuación del Consejo de los Ministros del 12 de junio de 2009. Esa iniciativa trata de apoyar los proyectos que ya existían de mediadores benévolos de barrio.

Al contrario del caso estudiado en clase entonces, esos mediadores no son remunerados por su trabajo. Eso esta justificado por el hecho que, según la FBPSU,  permite la adhesión de gente realmente involucrada en la vida de su barrio y no solamente interesados por el dinero. Existen ya mediadores profesionales que no tienen la exclusividad de mediación en los barrios. Dicho de manera diferente, después de una formación profunda y un encuadramiento apropiado, los benévolos también pueden ayudar a la mediación. Además, ellos tienen la ventaja de tener un mejor conocimiento del barrio y de lo que sucede allí y no tienen el miedo del desconocido que pueden sentir los profesionales. Finalmente, muchas veces, el hecho de pertenecer a la comunidad como los involucrados en el conflicto, y así, la resolución del conflicto puede ser más “horizontal” y puede permitir una verdadera inversión en el capital social del barrio. 

Entonces, el proyecto del Ministerio del Interior belga es el de apoyar a esas intervenciones de los distritos. Ese apoyo se concretiza a través de una ayuda financiera de 1500 euros por persona, para permitir financiar los gastos de funcionamiento, pero también  financiar las prácticas de esa persona. Además, ofrece formaciones teóricas gratuitas, y el seguimiento de cada uno por profesionales.

A mi parecer es una buena iniciativa al corto plazo, porque realmente anima a que las personas se involucren de manera constructiva y positiva en su barrio. Además, presenta una propuesta de prevención bien pensada y no una política de represión que no permite según mi opinión una resolución al largo plazo de los verdaderos problemas. Sin embargo, me parece muy triste que necesitemos esos tipos de actividades, y que las autoridades locales no tengan las mismas ventajas como lo de ser de la cercanía y de conocer las realidades de un barrio para realmente tener la posibilidad de resolver los conflictos de manera pacífica. ¿Por qué aceptamos esa ruptura entre los gardiens de la paix (“guardián de la paz” nombre en francés dado a una sección de la policía) y las comunidades? 

19. Drug Markets and Urban Violence de The Beckley Foundation

Este nuevo artículo de la Beckley Foundation  trata de analizar la relación que existe entre la violencia urbana y los mercados de droga. Concluyen con el hecho, que más que el consumo de droga, la violencia urbana está relacionada con el tráfico de drogas y del ambiente de desigualdad en donde opera ese tráfico. Finalmente dicen que las políticas públicas relacionadas con las drogas pueden  influir sobre el desarrollo de esa violencia.

Entonces, vamos a enfocarnos sobre proyectos que se organizaron en Europa alrededor del tema de las drogas y del trafico.  Podemos pensar que si se controlara más el consumo de droga, este disminuiría y entonces la competencia y la violencia que engendra disminuirían también. ¿Cuales son la políticas que intentan reducir, incluso de eliminar, el consumo de las drogas duras?  Existen muchos proyectos, siendo los más conocidos los proyectos pilotos que proponen poner a disposición de los drogadictos  drogas, pero de manera controlada a fin de ayudarles a liberarse de esas substancias.

En toda Europa se pusieron en marcha esos tipos de proyectos. En Bélgica, la primera experiencia fue en 2007 en la ciudad de Liège, después de que los ministros de la Salud y de la Justicia aceptaron el proyecto. Esta experiencia se llamó: “Proyecto piloto de tratamiento asistido por diacetilmorfina”. La idea es de ayudar a toxicómanos a través de prescripciones de heroína, bajo la vigilancia de un equipo de universitarios, médicos, etc. paralelamente a un seguimiento por parte de estructuras psico-sociales. Los pacientes eran 200 toxicómanos que no respondieron bien a los otros tratamientos de substitución (especialmente a los que se basan en la metadona). El objetivo, aparte de ayudar a esa gente, es resolver los problemas de inseguridad que pueden provocar las personas que están en búsqueda perpetua de drogas. El proyecto debe durar 3 años y se beneficia de un presupuesto de 3 millones de euros. Quizás, eso al largo plazo podría representar una opción de política pública para reducir el tráfico de drogas a partir de la demanda, es decir del consumo, porque hasta ahora, obtuvieron resultados muy positivos en diversos países.

18. The Dangerous Others de Sophie Body-Gendrot / Tropa de elite de José Padilha

Este texto de Sophie Body-Gendrot trata de los sistemas de seguridad civil o más bien, los sistemas institucionales de control de la violencia urbana y su evolución entre Francia y Estados Unidos. Como no sabía para nada, con vergüenza por supuesto, como era la situación institucional en Bélgica, decidí enfocarme en este.

La policía belga se compone, desde la reforma del 7 de setiembre de 1998, de dos niveles: el nivel federal y el nivel local (Bélgica se divide en 196 zonas de policía local).  Esa reforma fue muy importante y juntó en una misma administración diversas instituciones que se encargan del orden público, cuyos principales son la gendarmería (cuerpo militar que depende del Ministro del Interior), los cuerpos de policía que dependen de los alcaldes y la policía judicial.

La policía local se compone de las antiguas brigadas de la Gendarmería y de los cuerpos de policía comunal. Ejerce una función de policía de base en su zona, es decir que tiene misiones que son necesarias para la gestión de los eventos y los fenómenos locales (intervención,   investigaciones locales, mantenimiento del orden público, etc.).  Cada zona está dirigida por un colegio de policía que representa la autoridad administrativa de la policía local. Este colegio, como órgano ejecutivo, toma las decisiones ligadas a la gestión ejecutiva del servicio de policía, bajo la autoridad de un consejo de policía.

La policía federal  ejerce sus misiones en el conjunto del territorio belga y se compone del  comisaria general, de tres direcciones generales (la Dirección general de la policía administrativa, la Dirección general de la policía judicial y la Dirección general del apoyo y de la gestión), y finalmente, de direcciones y servicios centrales a Bruselas y de direcciones y servicios desconcentrados en los distritos. 

Los servicios de policía están bajo de la vigilancia de dos organismos: el Comité permanente de control de los servicios de policía y de la Inspección general de la policía federal y de la policía local. Cada zona de policía dispone, o debería disponer, de un servicio de control interno encargado especialmente de analizar las quejas que esean expresadas y de coordinar las investigaciones.

En 2010, apareció un informe sobre “El estado de los derechos humanos en Bélgica”  que se enfoca sobre el periodo 2009-2010.  En este informe, cuyo prefacio fue firmado por Olivier de Schutter, ponente especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, el “Estado protector  se perfila” en Bélgica. Después del Estado Providencia y de una versión neoliberal, ahora se instaura poco a poco un poder obsesionado por la cuestión de la seguridad, dejando las cuestiones de justicia social y de equidad detrás.  Esto se ilustra a través de la instauración de las diferentes leyes antiterroristas, los nuevos métodos de investigación, las reformas sobre la política penitenciaria, la ausencia de una política migratoria,  hacia un Estado todavía mas represor, como en Francia y, tristemente, en la mayoría de los países europeos. 

17. Sakhsansonke Village: a higher density housing solution (Port Elizabeth, South Africa)

Este proyecto está basado en Sudáfrica, en la ciudad de Port Elizabeth y trata de actuar en contra del problema de la expansión urbana que conoce la ciudad y de mejorar la integración urbana, a través de la densificación de una zona urbana. Esa densificación permite reducir los precios de los servicios, etc.

No  conozco proyecto realmente similar en Europa, sin embargo existen muchos proyectos cuyo objetivo es de aumentar su autonomía, construyendo un verdadero espacio de convivencia, como por ejemplo en el caso de los “barrios sostenibles”.  Existe uno en Poitiers (Francia) que se llama Zac de la Merigotte. La idea data de 2005 y viene de una coordinación entre la comunidad de aglomeración de Poitiers, la región (Poitou-Charentes) y el Estado, es decir diferentes escalas administrativas francesas, pero en consenso con la población local. El objetivo del proyecto era de dar un mayor enfoque a la cuestión ambiental a través del urbanismo y del hábitat, pero también permitir a un mayor número de personas alojarse (porque, como lo hemos visto en el caso 13, el problema del alojamiento es muy importante en Francia, por causa esencialmente de los precios). 
 
La idea era construir a partir de un espacio vacío de 20 hectáreas, cerca del centro de Poitiers, 450 alojamientos, de los cuales 120 serían viviendas sociales. Los alojamientos están construidos de manera de favorecer los nodos de transportes públicos pero también en una zona muy céntrica de la ciudad, con el fin de reducir la marca ecológica y de favorecer la integración social de sus habitantes. También se instaló un sistema de conservación del agua de las lluvias. Como todo está concebido en un espíritu ecológico, también se creó un sistema de abono con composta y las casas están concebidas con buenos materiales de aislamiento térmico. Es a partir de 2009 que se instalaron las primeras familias. 

16. Understanding drug markets and how to influence them de The Beckley Foundation

Este informe de The Beckley Foundation trata de las políticas públicas que existen alrededor de los mercados de droga. El objetivo es conocer mejor a esos mercados para poder implementar políticas que sí vayan a influir sobre ellos con el fin de disminuir sus consecuencias nefastas. Hay diferentes maneras de atacar el problema de los mercados de droga, y vamos a ver el caso específico de Bélgica a través de su legislación.

En Bélgica, existen muchas leyes y proyectos públicos sobre el tema de las drogas. Sin embargo, por supuesto, no vamos a hablar de todos. La primera ley que se constituyó a propósito de ese tema data de 1921, después de la ratificación de Bélgica a la Convención Internacional del Opio (La Haye, 1912). Esa ley trata del mercado de las substancias soporíficas, estupefacientes, desinfectantes y antisépticas y organiza la represión de la producción, de la detención, de la venta de drogas y de la lucha en contra de ese mercado. Esa ley fue modificada por muchas veces, siendo las modificaciones más importantes las de 1975 y 2003.

En 2002, se creó la “Declaración comuna de los Ministros de la Salud publica relativa al acuerdo de cooperación para una política de drogas global y integrada”. Después de esa declaración en 2010, la conferencia interministerial “Drogas” firmó una declaración conjunta que se llama “Una política global y integrada en materia de drogas para Bélgica”. Este documento trata de las políticas sobre el tabaco, el alcohol, la medicación psíco-activa y sobre las drogas ilícitas y debería permitir iniciar una política común que tendrá como base cuatro elementos fundamentales: la prevención, la detección y la intervención precoz, la asistencia y la reducción de los riesgos, y finalmente la represión. Esto no facilita realmente la comprensión de la legislación belga que es muy compleja a propósito de las drogas, pero demuestra un verdadero interés por parte de los políticos sobre este tema.
Actualmente, incluso con las diferentes modificaciones, el principio queda: el consumo, la detención, la venta, la cultura, etc. de substancias soporíficas, estupefacientes y psicótropas, quedan prohibidas. No existe entonces ninguna política de despenalización o de legislación de algunas drogas. Sin embargo, a propósito de la marihuana, muchas personas crean que su consumo esta tolerado mientras que en realidad esta tolerada solamente para los de más de 18 años. Desde 2005, una nueva directiva expresa el hecho que solo la detención de 3gramos de cannabis o de una planta esta tolerada por una persona adulta en el estricto cuadro de uso personal. Para todos los productos demás, la prohibición es total.

Eso, nos da un ejemplo más a propósito de lo que hemos tratado en clase, que en muchos países, el consumo se regulariza de manera creciente, sin por lo tanto, incluir unas verdaderas políticas de seguimiento de la cadena total, es decir de su producción hasta el consumo. Podemos entonces preguntarnos cuáles serán los efectos de esta dulcificación en Bélgica (pero también de otros países) sobre el mercado entero. Sin embargo, leí varios artículos sobre un proyecto en los Países Bajos sobre el cultivo legal de cannabis cuyo objetivo es regularizar el tráfico que exista para proveer los coffeeshops, como por ejemplo en la ciudad de Terneuzen. No sé si será aplicado y tampoco si es verdaderamente sostenible a largo plazo, pero de todas formas ilustra, según mi opinión, que poco a poco la cuestión del mercado global también afecta los espíritus de los políticos. 

15. City of god de Bülent Diken / Cidade de Deus de Fernando Meirelles

Este texto trata de la concepción que tenemos de las ciudades. Según la época, esa visión evoluciona, pasando esencialmente de una concepción virtuosa a una visión casi apocalíptica. Pero incluso en el seno de las ciudades mismas existe una cierta visión dicotómica del lado malo y del lado bueno. Esto sería más bien una fantasía que se crea para diferenciarse del otro, que al final vive casi en el mismo espacio.

En Bucarest, el barrio que más representa esta fantasía del “malo” concentrado en una parte es Pantelimon. Ese barrio se ubica en la parte este de la ciudad, en el sector 2. También, existe al lado una pequeña ciudad que se llama de la misma manera, pero no vamos a tratar de esa. Viven allí sobre todo capas bajas de la sociedad. De hecho, antes vivían allí sobre todo familias obreras porque esa zona representaba un centro industrial muy importante de Bucarest. Pantelimon tiene hoy una muy mala reputación por causa de los numerosos delitos que se cometen allí. También tiene la fama de ser uno de los centros del crimen de la ciudad. Pero vamos a ver que incluso si no tenemos datos sobre esas afirmaciones, si es verdadero o no, hay que ver las razones socio-económicas y sobre todo los tipos de construcción que hay por allí.

El barrio se compone exclusivamente de bloques construidos durante el periodo comunista. De hecho, entre los años 1960 y 1970, era necesario construir el máximo número de edificios posible en el menor tiempo para acoger a los nuevos urbanos que venían del campo. Entonces, era necesario dominar el espacio, concentrando a la gente en los barrios más modernos, y era más fácil de controlar por las autoridades que los callejones del centro histórico de la ciudad. Así pues, las autoridades decidieron construir barrios enteramente constituidos de bloques, como Pantelimon, donde se concentran edificios de 8 a 10 pisos alrededor de la principal arteria que permite entrar hacia el centro de la ciudad: la Avenida de Pantelimon. Muchas veces, la construcción de esos bloques se acompañaba de la creación de centros comerciales, infraestructuras escolares, culturales y deportivas (por eso, está allí que se encuentra el mayor estadio del país el Stadion National Lia Manoliu). Así, estos barrios representaban ciudades a dentro de la ciudad. Además, su conceptualización urbanística en bloque influyó mucho en la vida social de esos barrios, porque primero era gente de la misma condición social que vivía y sigue viviendo en Pantelimon, pero también, con los bloques se constituyeron verdaderas sociedades dentro de cada uno. Por esa concentración de gente y esa formación de comunidades propias y “distintas”, la palabra de barrio, en rumano cartier (de quartier, barrio en francés), tiene una mala connotación. 

Hoy, este barrio representa uno de los barrios de Bucarest más poblados. En promedio, viven juntos 3,5 a 4 personas por habitación; el 20%  tiene menos de 20 metros cuadrados (según un censo de 2002). Esos datos son muy importantes para entender la condición social de esa gente en Rumania porque, de hecho, la vivienda individual (o entonces, el hecho de ser propietario) es un elemento muy importante y simbólico para caracterizar a la gente y su nivel de suceso social; eso, sobre todo desde la caída del sistema comunista.   Además, Pantelimon representa uno de los barrios más dejado de lado por las autoridades que necesita, sin embargo, muchas reformaciones. Hoy, Pantelimon está caracterizado como un barrio en vías de convertirse en un gueto y como respuesta a eso, crece el miedo en el resto de la ciudad.